Descripción
Andrea
Andrea es madre de seis niños menores de edad y cabeza de una familia con graves carencias por la falta de alimentos en su casa. Viven en un conjunto de la Misión Vivienda de Valles del Tuy y dos de sus hijos vivieron en la calle por causa del hambre que pasaban en casa.Audio completo y transcripción de la entrevista realizada por Génesis Carrero Soto
Nombre del entrevistado: Andrea (Seudónimo a petición de la fuente)
Fecha de nacimiento: No disponible
Edad al momento de la entrevista: 35
Género: femenino
Nivel de educación: Secundaria
Ciudad: Ocumare del Tuy
Municipio: Tomás Lander
Estado: Miranda
Región: Capital
¿El entrevistado es víctima directa de algún incidente relatado?: Sí
Fecha o rango de fechas del incidente mencionado en la entrevista: No aplica
Temas de derechos humanos relacionados: Salud/Alimentación
Tipo de violencia (si aplica): Menores, Extraños, Social, Política, Económica
Agresor: Gobierno
Consecuencias de los hechos relatados: Salud mental y conductual
Transcripción
Primera parte. 28 de agosto de 2018
—Periodista: Cuéntame tu historia, ¿por qué una mujer de 38 años de edad y con 6 hijos está pasando por esta situación difícil para darles de comer a ellos?
—Andrea: Te voy a contar desde el inicio, mis primeros dos hijos son de la primera pareja que tuve, prácticamente para ellos dos fui siempre mamá y papá. Cuando conocí a mi actual pareja uno tenía ya cinco años de edad y el otro estaba pequeño todavía.
Anteriormente, como en toda vida normal, yo trabajaba y mi sueldo me daba abasto me daba abasto para poder costear las cosas de mis hijos pobremente. Siempre he sido pobre y humilde, pero de muchos años para acá que como quien dice se cambió el Gobierno, cambiaron muchas cosas y fue uno de los daños más causados en mi familia porque, quizá por la cantidad de hijos que tengo, lo que ya yo ganaba era poco para mí y no me alcanzaba para comer, ni para vestirnos, ni para comprar ni siquiera un coroto y bueno, fue tanto así que dos de mis hijos me agarraron situación de calle… Tenían más de cuatro años en la calle.
Ha sido largo y duro y sufrido para mí porque, primero al ver la situación en la que ellos cayeron, pienso yo que sin ninguna necesidad, pero la misma necesidad que pasábamos indujo a que ellos cayeran en esa situación porque no nos alcanzaba para comer. Había días en que pasábamos hasta tres días sin nada de alimento y muchas carencias con la ropa, el alimento… Muchas necesidades
Apartando que claro, hoy gracias a dios tengo mi casa propia, pero nos hacían falta muchas cosas en el hogar. No tenían medios de entretenimiento… Llegamos a pobreza extrema me entiendes y bueno hoy día estuvimos durante todo ese tiempo.
A mí me toco salir a la calle a pedir para poderle dar de comer a mis hijos. Me iba a mercados, venía a las calles a pedir para poderle dar algo de comer a ellos. Estos años han sido bastante fuertes y duros para mí. Lamentablemente me ha costado bastante recuperar a mis hijos. Hasta hace poco, tienen poco tiempo conmigo. Ya un mes gracias a Dios.
Gracias a esta Iglesia, gracias al Padre Jesús que nos ha estado apoyando, Gracias a Dios me han estado ayudando cada ocho días con algo de alimentación, nos han estado ayudando con la vestimenta y ahí vamos poco a poco, pidiéndole a Dios que nuestros hijos no vuelvan a decaer ni vuelvan a estar en la calle, porque no es fácil.
—Periodista: ¿Por qué se te fueron a la calle?
—Andrea: Primero la situación, la situación en la que caímos en el sentido de la pobreza extrema y apartando, porque mi pareja actual es su padrastro. Y ellos no me contaban a mi sino mucho después del maltrato, porque él les negaba el plato de comida, los trataba mal, les decía groserías a ellos y esa fue otra de las causas de que ellos agarraran calle.
—Periodista: Y, ¿cómo fue eso? Ellos se fueron y no los encontraste más
—Andrea: En ese tiempo yo los dejaba solos porque no tenía quien me los cuidara y esa era otra. Nunca he tenido familia cerca, no existían las guarderías ahí en ese sentido y entonces ya ellos tenían sus 9 o 10 años y ellos quedaban a cargo de los otros más pequeños. Entonces cuando yo llegaba del trabajo se me escapaban por la ventana y dejaban a los otros niños ahí solos. Cuando yo llegaba ellos decían, yo preguntaba: ¿Y Leo, y Nayel? Y me decían “no mamá, ellos se fueron por la ventana”. Entonces yo pensando, porque aún estaba como ilusa de la situación que estaban viviendo, yo pensaba que ellos estaban por ahí cerca.
Yo también los regañaba y hasta los pelaba porque cómo se iban a escapar por la ventana porque se podían caer y lastimar y segundo el peligro de porque exponerse a eso.
Mi mamá me decía: “sabes que a los muchachos los vieron pidiendo en Charallave, los vieron por Caracas”. Y yo me preguntaba ¿Caracas, pero si ellos no conocen Caracas? ¿Cómo van a llegar a Caracas? Pero ellos llegaron acá por medio de un vecino que el también toda la vida ha estado en la calle y él fue el que empezó a traérselos acá a Caracas y fue a cuando fueron conociendo caracas y empezaron a quedarse en la calle.
—Periodista: Y, ¿Cómo fue esa primera noche que ellos no volvieron a casa?
—Andrea: Para mí fue traumática. Yo no dormí, lloré y pensé que el mundo se me acababa. Algo inexplicable madre, porque lo que yo he sufrido no se lo deseo a nadie. Incluso cuando el de 16 me agarro calle fue por su hermano de 14, porque un día lo siguió porque él lo impulsó y él se tiró a la calle también por medidas de protección a él. Para cuidar a su hermano, para estar pendiente de su hermano. Cuando estaban los dos fue indescriptible, porque incluso yo descuide a mis hijos pequeños y la única hembra que tengo, ha sido mi soporte, me ha ayudado porque por ejemplo le dijo: “Ay niña ya yo vengo, voy a buscarlos”. Y, no descansé ni un día en ir para acá para Caracas buscándolos, atrás de ellos diciéndoles “vámonos”.
Por ejemplo el de 16 yo duré un año entero sin verlo y ya yo estaba traumatizada, pensando Dios mío seguro que no le hicieron daño, seguro que no me lo mataron y la gente me decía que él estaba bien… Dónde yo no busqué a mis hijos.
Ellos llegaban al CCCt o aquí mismo a Chacao y siempre los buscaba de un sitio a otro. Pero como al de 16 no le gustaba la calle, él se cobijaba con gente de la calle y se cobijaba con los familiares de esas personas. Bueno, ha sido bastante difícil y doloroso para mí.
—Periodista: Antes de que ellos se te fueran a la calle, ¿Cómo hacías para darles comida?
—Andrea: Antes de que todo se pusiera difícil, porque cuando existían los mercales y esas cuestiones yo compraba y me alcanzaban mis tres comidas, pero después que todo eso cambió y ni en los negocios todo estaba caro, fue fatal para mí, porque ya no nos comíamos los tres platos de comida, ya incluso tres días estábamos mami, tres días sin comernos nada y ellos lloraban. Incluso, tengo el de 3 añitos que ese niño cuando no hay nada en la casa le da como unas bajas de tensión que se me tira al suelo a llorar porque dice “tengo hambre, tengo hambre” y lo que hace es pedirme comida.
—Periodista: ¿Qué haces en ese momento?
—Andrea: Son momentos de desespero. Insultó a veces hasta al papa de ellos porque el quedo también desempleado. Eran trabajos de construcción y eso más nunca funcionó tampoco y entonces el mismo desespero me conlleva a eso y él también por el mismo desespero sale y busca por aquí y busca por allá y no es fácil, no es fácil, es algo súper difícil para nosotros, súper doloroso.
Describe una comida normal de tu familia. ¿Qué comen, pueden comer carne, pollo?
Para serte sincera y más nunca comí un pedazo de carne o pollo, hasta el sol de en estos días y Dios sabe que es así y no estoy mintiendo que el padre nos envió al seminario y nos dio un arroz con bistec y nosotros nos comimos eso así y todos nos veíamos la cara diciendo wow, esto es una bendición porque de mi dinero, de mi bolsillo yo más nunca pude comprar y ni siquiera hacer una ensalada.
—Periodista: ¿Cuánto tiempo tenías sin comer carne?
—Andrea: Hace muchos años, imagino yo unos seis o siete años.
—Periodista: Y ¿a los niños que les preparas?
—Andrea: Hoy día lo que más se cocina así a veces es arroz solo con caraota, que si arepa sola. Cuando compramos salado que se puede comprar salado es sardina con un pedacito de queso.
—Periodista: ¿Y el tetero del bebé y esas cosas como las haces?
—Andrea: Mas nunca les pude dar tetero, más nunca ni pañales, mi hijo pequeño prácticamente no me pudo usar pañal nunca y él tiene problemas hasta de salud porque él me nació con cesárea y salió con su pipicito como desprendido, una situación que debe ser operada y yo no he podido hacer esas gestiones.
En las piernas tiene desviación en las piernitas y tampoco he podido hacer esas gestiones porque en el hospital ahorita no hay ni para una placa, rayos X y le mandaron una para saber si es por operación o por aparatos. Entonces son muchas cosas que me impiden porque está también el problema del efectivo que no tenemos pasaje.
Los viernes comes en un comedor, ¿cómo haces el resto de los días?
El resto de los días, por ejemplo a veces consigue algo por ahí, dice “mira voy por ahí a ver que veo, que vendo. Por ejemplo que alguien este vendiendo un taladro entonces él le busca el negocio y le regalan algo y con eso medio se come porque no es comer como tal.
Periodista: ¿Cuántas comidas hacen al día?
Cuando nos llega la caja es que podemos decir que comemos tres veces al día, y nos dura como ocho días. Bueno, dependiendo porque a veces los hijos míos llevan a las noviecitas entonces es otra y la del mes pasado no me duró nada porque éramos más.
—Periodista: Y, ¿Te está llegando todos los meses?
—Andrea: Mi mamá a veces me tiende la mano una vez más que otra, pero claro con insultos y todo eso, porque ella me. Ella me reprocha que nadie me mando a parir tanto, que ella me lo dijo y entonces me hace sentir más culpable de lo que yo estoy viviendo y de lo que estoy pasando.
—Periodista: ¿Cuándo tuviste a tus hijos más pequeños ya vivías esta situación de pobreza?
—Andrea: Me cuidaba con pastillas pero no me protegían como tal. Porque yo era gorda, pesaba casi 100 kilos.
—Periodista: ¿Es decir, que rebajaste por esta situación?
—Andrea: Rebajé rápido, primero por el sufrimiento de que mis hijos estaban en la calle apartando la situación de la necesidad y del hambre que hemos estado pasando.
—Periodista: ¿Tú pasas hambre para darle de comer a ellos?
—Andrea: Caro, dejo hasta de comer para poder darle a ellos, porque ellos a veces, mi mamá dice que es maña, pero yo pienso que no es maña, sino que es el estrago de que por ejemplo no comemos hoy bien, entonces mañana tenemos harina y yo les hago una arepa y ellos empiezan: “mamá quiero otra, quiero otra” y a veces les hago hasta tres arepas en el instante, porque quedan con hambre, tienen hambre.
—Periodista: ¿Tú o ellos han tenido algún problema de salud por la falta de alimentos?
—Andrea: Yo te digo honestamente, yo me he sentido muy débil, lo que pasa es que yo le he pedido mucho a Dios porque yo digo, si mis hijos sufren estando yo viva, yo muerta no sé en que irán a parar mis hijos. Y es o que más me duele, le pido a Dios que me dé aunque sea un poquito más de voluntad y de vida para verlos crecer.
Ellos se me enferman con fiebre. Ahorita tengo algunos con nacidos, que le salen esos nacidos y eso, la niña tiene algo en la piel también… Porque esa es otra, uno sin los recursos y broma tampoco puede llevar a un niño a un médico porque en los hospitales no hay nada, entonces no puedes llevar a un niño a un hospital si no vas a conseguir el remedio, no vas a conseguir como hacerle un examen o algo que necesiten.
—Periodista: ¿Te sientes impotente ante esta situación?
—Andrea: Hay momentos en que me provoca salir corriendo y se me ha pasado hasta por la mente de meterme cuando pase un carro y acabar con todo este sufrimiento, pero pienso mucho en ellos. Yo amo mucho a mis hijos.
A veces yo digo, los hijos no agradecen lo que uno sufre por ellos, lo que uno pasa por ellos, pero es la misma situación que a lo menos los tiene a ellos así también, rebeldes.
No ha sido fácil porque yo he sido sola con todo esto. Busco ayuda de mi mama y ella lo que hace es reprocharme.
—Periodista: ¿Te sientes culpable de haberlos traído al mundo en estas condiciones?
—Andrea: No poderles dar los que ellos desean. Mi hijos tienen más de 4 años que no saben lo que es un Niño Jesús, no saben lo que es un estreno y me duele. Yo los acuesto a dormir temprano porque no tenemos comida.
El padre dijo que me iba a ayudar a ver si vendía algo para ayudarme.
—Periodista: ¿No tienes trabajo?
—Andrea: Sí, peor así por día. A veces me llaman de hospitales, pero yo soy una camarera, ese es el trabajo que tenía desde que estaba chiquita, pero eso igual no alcanza.
—Periodista: ¿A qué edad tuviste al primer niño?
—Periodista: ¿No tienes trabajo?—Andrea: A los 19. Yo me fui de mi casa de niña, antes de los 14 y siempre trabajé, en puestos de empanada y eso porque me fui de la casa por rebeldía y empecé a trabajar, vendiendo panque. Yo mis coroticos me los gane así, me ganaba mangueras, me ganaba tazas y cosas así y todo se lo dejaba a mi abuela que fue la que me crio. Trabajaba en casas de familia.
Siempre me gustó trabajar.
—Periodista: ¿Nunca te has echado a morir?
—Andrea: No.
—Periodista: Y los bonos que da el Gobierno, ¿recibes eso?
—Andrea: No, porque yo no había sacado el carnet y ahorita fue que lo logué sacar y aquí en la junta comunal no ayudan mucho a uno. Yo voy a las alcaldías a los ministerios a solicitar ayuda y la junta comunal no me quiere mucho por eso, porque yo hablo. Ellos a mí no me ayudan.
Segunda Parte. 1 de septiembre de 2018
—Andrea: La comida... prácticamente aquí no hay entretenimiento para ellos entretenerse y la situación de que también el papá, mi pareja me negaba un plato de comida muchas veces cuando no salía a trabajar y broma y entonces.
—Periodista: Ellos, en general tus hijos, ¿Hay alguna característica que puedas resaltar de ellos? ¿Están estudiando? ¿Qué están haciendo ellos?
—Andrea: Este... Ahorita no, no están estudiando.
—Periodista: ¿Ninguno?
—Andrea: Ninguno, este... Ellos prácticamente tienen un año o dos años, ponte dos años, siempre los he inscrito, los he inscrito en su colegio, en su liceo, pero por la misma situación de que no tengo cómo comprar uniformes, no tengo cómo comprarles un cuaderno porque, o sea, a veces me piden para los trabajos del colegio, entonces, no tengo cómo dárselos. Entonces, en la situación como ellos estaban en la calle, tampoco ellos me podían estudiar porque más me enfoqué y me preocupé en la situación de ellos de que no sabía si estaban vivos, si estaban presos, si estaban muertos, entonces me enfocaba más en ellos, en irlos a buscar a ellos y entonces ella quedaba aquí en la casa prácticamente sola con ellos y no podía asistir al colegio.
Este año lo inscribí nuevamente para ver si con Dios mediante y con la ayuda porque el padre se me ha ofrecido a ayudarnos y apoyarnos para que ellos puedan estudiar para ver si con el favor de Dios lo pueden lograr este año.
—Periodista: ¿Y los grandes dónde dejaron la escuela?
—Andrea: Ellos, uno me quedó en primer año y el otro me quedó en segundo año.
—Periodista: ¿Ya estaban en el liceo?
—Andrea: Ya estaban en el liceo.
—Periodista: ¿Qué tal se ha sentido volver a tu casa después de este tiempo?
—Hijo de Andrea: Bien, gracias a Dios porque en la calle porque es por los policías que nos maltratan, a veces no puedo dormir bien en la calle porque los policías en la madrugada cuando nos consiguen durmiendo en algún lado siempre nos paran y eso, como quien dice, te agarran y a cada rato corriéndole a la Negra Hipólita y eso.
Aquí en mi casa me siento un poquito mejor porque duermo en una cama, estoy con mi familia, todo lo demás, en la calle porque se ven muchas cosas. Bueno bien, aunque no tengo con qué entretenerme, a veces bajo para allá abajo con mi hermano y jugamos fútbol en la cancha que es la única manera en la que nos entretengamos.
—Periodista: Pero... ¿Ustedes se fueron a la calle por qué? ¿Porque comían mejor en la calle?
—Hijo de Andrea: A la vez sí porque comíamos bastante en la calle, pero a la vez también porque nos sentíamos incómodos en la calle, queríamos estar aquí pero no podíamos porque la situación de la comida, maltrato con mi padrastro, más que todo por eso fue que nos fuimos a la calle.
—Periodista: ¿Pero ahorita están mejor? ¿Esa situación ha mejorado?
—Hijo de Andrea: Ahorita nos llevamos un poco con él así.
—Andrea: La relación con ellos, con él la verdad es que sí ha cambiado tanto.
—Periodista: ¡Ay que bueno! ... ¿Y ustedes tienen intenciones de volver a estudiar? ¿De regresar a su vida de muchachos? ¿Tú por ejemplo qué quieres ser? ¿Qué quieres estudiar?
—Hijo de Andrea: Todavía no sé, pero quiero pensarlo bien, un buen trabajo que me ayude a sacar a mi familia adelante.
—Periodista: ¿Quieres ayudar a tu familia?
—Hijo de Andrea: Claro.
—Periodista: ¿Todo ese tiempo que estuviste en la calle tú pensaste en tu familia? ¿En que ellos estaban pasando hambre?
—Hijo de Andrea: Sí. Muchas veces venía para acá y les traía cualquier cosa y me volvía a ir.
—Periodista: O sea, conseguías cosas para ayudar a tu familia
—Hijo de Andrea: A veces mi mamá iba y cuando iba le decía que me esperara y buscaba comida para que (incomprendible).
—Periodista: ¿Y pasaste mucha hambre antes de irte?
—Hijo de Andrea: Bastante.
—Periodista: Y me imagino que es algo que no quieres repetir. ¿Tú estás contenta de que ellos estén aquí de nuevo?
—Andrea: Claro, feliz, feliz, más tranquila porque yo ni dormía pensando todas las noches en ellos, pidiéndole a Dios, "Dios mío" que los cuidara, que no permitiera que les hicieran daño, que no les sucediera nada malo y estoy más calmada, más tranquila, más feliz porque los tengo a todos juntos aquí conmigo y ya estoy más calmada en esa situación.
—Periodista: A pesar de las dificultades.
—Andrea: Claro que también es duro porque los tengo a todos, o sea, a veces, hay momentos en que estamos apretaditos porque vuelvo y te repito, porque no se ha acabado la situación en el sentido de seguir pasando necesidades, todavía estamos pasando necesidades, pero bueno ahí con ayuda de Dios y poco a poco.
—Periodista: ¿No es lo mismo que pasen necesidades todos juntos, supongo, a que los tengas todos regados sin saber dónde están?
06:35 Mujer: Exacto.
—Periodista: ¿Has pensado en volver a trabajar? ¿En qué solución has pensado?
—Andrea: Claro, siempre he pensado en muchas situaciones en el sentido de que quiero ponerme a hacer algo, quiero tener un mejor trabajo en el sentido de que me pueda alcanzar para poderles dar, sustentarles aunque sea los alimentos mientras que se puedan las otras necesidades. Yo les digo a ellos que bueno lo material puede esperar, la vestimenta puede esperar, lo importante es que no pasen hambre.
—Periodista: Claro... ¿Y desde que ellos llegaron han pasado hambre aquí en la casa o han mejorado las cosas?
—Hijo de Andrea: La primera semana que vinimos sí, pero después gracias a Dios nos empezó a llevar y por decirte comíamos una semana y a la otra semana ya no teníamos más... (audio incomprensible) 07:33 Y así pues, a veces, ahorita comemos más por la ayuda del padre porque si no fuese por él estaríamos pasando necesidad.
—Periodista: ¿Él es digamos como el que los sostiene a mantenerse aquí?
—Andrea: Con la ayuda de él es que estamos un poquito mejor algunos.
—Periodista: ¿ha hecho un cambio importante en la vida de ustedes el estar con él?. ¿Y ustedes le hacen caso? Porque me imagino que les dice tienen que estudiar y eso.
—Andrea: Sí, y no incluso, él los ayudó a ellos y los anotó en un parasistema para estudiar los sábados, los fines de semana si Dios quiere, con la ayuda de Dios.
—Periodista: ¿Vas a empezar a estudiar entonces? ¿A terminar el liceo?
—Hijo de Andrea: Sí.
—Periodista: ¿Y tú vas a terminar el liceo también?
—Andrea: A él hay que, si Dios quiere, inscribirlo ahorita en el liceo porque él es más costoso el cupo porque como estaba en público, entonces sabes que está la cosa de que esperen hasta septiembre y broma para volverlo a inscribir, y él quiere un liceo que está por aquí arriba en Santa Bárbara que es un poquito más cercano a la zona, porque aquí adentro sabes que no hay liceos.
—Periodista: si tú pudieras pedirle algo al Estado ¿Qué sería?
—Andrea: Cónchale, la verdad a ellos les he pedido, o sea he hecho cartas a la gobernación, hasta al mismo Palacio de Miraflores he acudido y he llevado cartas solicitando su ayuda. Primero la ayuda que yo les pedía a ellos era la ayuda de recogerlos a ellos acá a la casa, pero gracias a Dios ya los tengo aquí conmigo. 09:11 La ayuda que yo les pido es que cónchale, que vean mi situación y que me ayuden ya bien sea con algo en lo material, en mejorar mi condición de vida, de nosotros, de cómo vivimos y cónchale, la comida, sobre todo, tenemos las limitaciones, porque si no… (audio incomprensible).
—Periodista: ¿Qué edad es que tienen ellos?
—Andrea: Él tiene dos, él tiene tres, él tiene seis, la niña tiene 10... 14 y 16.
—Periodista ¿Y en el día si no están estudiando y están todo el día aquí ¿Qué hacen Yanely todo el día? O sea descríbeme un día tuyo desde que te levantas.
—Andrea: Desde que me levanto, bueno si tengo que hacerles algo de comer me paro, les hago su comida, me pongo a ordenar a asear mi piso mi broma, mientras ellos dos están aquí lo que viven es en su cuarto pintándose, haciendo cualquier cosa, hablando, y ellos aquí tremendeando (risas) como todo y yo detrás de ellos: "mira recoge aquí, esto" y así, porque este se me escapa a cada rato para allá abajo en el sentido de que quiere jugar allá abajo, pero uno lo deja bajar un rato, ellos vuelven a subir y así.
—Periodista: O sea, que están todo el día aquí metidos ¿Y a qué hora se duermen? ¿A qué hora se acuestan?
—Andrea: Bueno así, a las 7, porque nosotros sacamos los muebles y los colchones, sacamos los colchones y los ponemos aquí en la sala porque no tengo ventilador, no tenemos nada, entonces la calor, la broma, aquí es donde nos pega un poco más de ventilación entonces a las 7 u 8 ya los estoy recogiendo a ellos, los más pequeños para que nos acostemos a dormir.
—Periodista: Pero ya todos están en edad de ir al colegio, ya todos deberían ir al colegio ¿Y tienes un colegio cerca?
—Andrea: Bueno porque yo también he pensado en, como quien dice, quiero tener una casa, una casa que tenga un poquito más de desahogo y comodidad para ellos pero no se ha podido dar todavía y seguimos aquí, mientras estemos aquí a ella por ejemplo la inscribí en el colegio de por aqui mismo por la cuestión de los pasajes porque también esa es la otra cosa, ellos estaban en un colegio para allá para Ocumare y entonces tenía que pagar el transporte, la broma, entonces se me hacía bastante forzado y por eso es que perdían los años escolares también, esa es la cuestión.
—Periodista: ¿Qué sueñas tú para tus hijos? O sea, cuando ellos nacieron ¿Cómo los veías? ¿Qué los veías haciendo? ¿Qué te imaginas tú para el futuro de ellos?
—Andrea: Mira yo, mi sueño, en el sentido que yo digo que yo fui como, no sé si era que vivía en un país de maravilla, de fantasía, pero yo en realidad mi vida la soñé en realidad "cónchale el día que me case quiero tener un buen esposo, que sea un buen padre para mis hijos, tener mi casita, tener bastantes hijos" porque sí decidí tener bastantes hijos y bueno, soñé una vida feliz en el sentido de que todo iba a ser maravilla, que iba a tener un padre responsable.
Ellos son hijos de una primera pareja que tuve que también fue un fracaso porque nos separamos, no tuvo que ver con ellos, ellos me quedaron muy pequeños a corta edad hasta que conocí el papá de ellos, de los más pequeños, y hasta el sol de hoy he estado con él pero tampoco ha sido el gran padre como vuelvo y repito, y entonces, este...No ha sido el sueño que yo esperé, que yo soñé.
Y lo que quiero para ellos es que estudien. Le pido a Dios que me dé vida y larga salud porque los quiero ver por el camino del bien y no por el camino del mal y quiero estudien que se preparen, que sean hermanos unidos, que el día que yo les falte se apoyen los unos a los otros y aprendan a compartir.
—Periodista: Y que no vivan esta situación que tú vives actualmente
—Andrea: Exacto, que no sean unos fracasados como lo he sido yo.
—Periodista: ¿Tú sientes que has fracasado?
—Andrea: Sí.
Entrevistador: Génesis Carrero Soto
Fecha de la entrevista: 24/08/2018 y 1/9/2018
Lugar de la entrevista: Comedor Popular en El Pedregral. Caracas
Cantidad de audios: 2
Duración de la(s) grabación(es): 20:43; 14:36
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La misma necesidad que pasábamos indujo a que ellos cayeran en esa situación porque no nos alcanzaba para comer. Había días en que pasábamos hasta tres días sin nada de alimento
Andrea
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