Descripción

Susana Raffalli

Nutricionista especializada en gestión de la seguridad alimentaria. Directiva de Cáritas Venezuela.

Audio completo y transcripción de la entrevista realizada por Génesis Carrero Soto

Nombre del entrevistado: Susana Raffalli

Fecha de nacimiento: No disponible

Edad al momento de la entrevista: No aplica

Género: femenino

Nivel de educación: Postgrado

CiudadCaracas

MunicipioLibertador

Estado: Distrito Capital

RegiónCapital

¿El entrevistado es víctima directa de algún incidente relatado?: No

Fecha o rango de fechas del incidente mencionado en la entrevista: No aplica

Temas de derechos humanos relacionados: Salud/Alimentación

Tipo de violencia (si aplica): No aplica

Agresor: No aplica

Consecuencias de los hechos relatados: No aplica

Transcripción

—Periodista: Doctora, lo primero que quiero que me cuente un poquito es por qué usted cree que en Venezuela se viola el derecho a la alimentación.

—Susana Raffalli: El derecho a la alimentación es una prerrogativa, es una condición por la cual todo ciudadano venezolano debería tener garantías de tener en su entorno una oferta alimentaria suficiente, estable y sostenible, debería tener garantías de un buen trabajo y un buen salario para poder tener acceso a eso, debería tener la garantía de que ese acceso a la oferta alimentaria sea libre de exigencias políticas por libre autodeterminación. Es decir, poder tener acceso a los alimentos que quieras y que puedas obtener con tu trabajo por autodeterminación, cuando quieres, lo que quieres, cuando lo necesitas, y finalmente debería tener garantías de estar en una situación de bienestar de salud para que esa alimentación verdaderamente se traduzca en nutrición.

Pasé por las dimensiones básicas que incluye el derecho a la alimentación que es tener garantías de oferta, acceso, estabilidad a los alimentos, pero además gozar de condiciones sanitarias que permitan que eso se transforme en nutrición. Lo vuelvo a repetir porque el derecho a la alimentación pasa por dos cosas que se parecen pero no son lo mismo y tenemos derecho a las dos: la primera es a estar bien nutridos, no tener desnutrición y morir por eso, pero la segunda es a vivir libre de hambre, a no pasar hambre. Tenemos derecho a no pasar hambre y tenemos derecho a estar bien nutridos.

A las dos cosas, porque se pudiera interpretar que si te hacen llegar una o dos cajas al mes, a su casa, decidiendo por ti lo que tú quieres, pues no vas a tener hambre, pero lo cierto es que eso se traduce si está mal pensado y si está mal asignado, a una verdadera nutrición, y la otra cosa es que el derecho a la alimentación no es el derecho a que te alimenten, es el derecho a alimentarte por autodeterminación.

Entonces obviamente aquí en Venezuela, sostenidamente yo te diría, quizás desde el año 2002 aproximadamente comenzó una violación en racimo de todas las condiciones necesarias para el derecho a la alimentación. No tenemos una oferta estable, el acceso al alimento se ha visto limitado no solamente en términos económicos por la inflación, sino en términos físicos por la actuación de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y por el secuestro que ha hecho el Estado venezolano de la producción nacional de alimentos. La tercera cosa es porque las libertades en torno a poder comer han sido absolutamente secuestradas por el Estado y, finalmente, porque el derecho a la alimentación, todo derecho humano, supone dos partes, dos sujetos: un titular del derecho que es quien lo tiene y el otro es quien lo garantiza, en general los garantes del derecho son los Estados y eso Estados actúan en coordinación con otros actores que son imprescindibles, que crean las condiciones favorables para que el derecho se realice que son lo co-garantes, los titulares del derecho somos nosotros los ciudadanos.

Entonces en términos del garante, quien debería estar garantizando que nosotros podamos realizar el derecho a la alimentación en Venezuela dejó de serlo y hay tres cosas que son patéticas que lo que dan es tristeza en relación a lo desvalidos que hemos quedado los venezolanos como titulares del derecho de la alimentación. ¿Por qué digo yo que da tristeza y que hemos quedado desvalidos? Porque tenemos al menos 4 años escuchando que el propio garante de nuestro derecho a la alimentación dice que es una víctima ¿En qué quedamos? El que tendría que haber defendido, garantizado las condiciones necesarias para que yo realice mi derecho a la alimentación tiene 4 años llorando de que lo están atacando, de que lo tienen bloqueado, de que el sector privado son unos especuladores y le suben los precios, eso no es excusa. La segunda cosa por la que da pena el Estado como garante del derecho a la alimentación es que abandonó su investidura de garante del derecho a la alimentación y se convirtió en un vendedor más de alimento, es decir o regulas y garantizas la orquestación de todos los cogarantes del derecho a la alimentación y pones orden o te conviertes en uno de ellos, pero las dos cosas no las puedes hacer porque si tú te conviertes en un vendedor de alimentos no puedes regular a quienes lo están vendiendo.

Entonces ¿Qué es lo que ha hecho el Estado en los últimos 3 años? Es convertir Fuerte Tiuna en una proveduría de llenar bolsas de alimentos importados y se le olvidó que lo que verdaderamente tenía que haber hecho era un buen sistema de regulación de quienes producen y venden alimentos, facilitar los servicios públicos, agua, sobre todo agua, electricidad y transporte a la industria de alimentos y a los productores de Venezuela y tercero actuar como proveedor directo de alimentación a las poblaciones en situación de dependencia como son los niños pequeños, la población hospitalizada, la población en situación de calle, la población en hospicios, esa es la población a la que el Estado les debería estar rindiendo.

¿Cómo es posible que aquí se haya noticia que hace tres días se le murió una persona a la Misión Negra Hipólita? ¿Cómo es posible que acá se estén muriendo personas en las prisiones por desnutrición si eso es una población bajo tutelaje del Estado? Entonces no solamente abandonó su investidura como garante, sino lo poquito que tenía que hacer él de forma directa como proveedor directo de la alimentación tampoco está en capacidad de hacerlo.

Tenemos dos años ya con la Misión Abastecimiento Soberano, si es que hubiese sido un buen vendedor y proveedor de alimentos que lo ha hecho extraordinariamente mal y lo que da más pena es que todas estas funciones usurpadas las ha convertido en una manera de enriquecerse, en una manera de hacer transacciones corruptas que no nos da pena decirlo si el primero en denunciarlo fue el presidente Maduro en marzo de 2016, cuando dijo que el Bicentenario se le había podrido ¿Dónde está el primer imputado por eso? ¿Dónde está? ¿Dónde están los imputados por Pdval? ¿Dónde está el fiscal que debería haber investigado esto y esclarecido estas cosas?

Estamos ante una situación en la que nosotros como titulares del derecho a alimentación estamos al garete, no tenemos quien lo facilite, quien lo respete y quien lo proteja, y en esto último es que me quiero devolver a mi primer punto, cuando el Estado como garante asume la posición de víctima y dice que todo lo que está pasando es por el Imperio, por el bloqueo, por la guerra económica y por la derecha y por Fedecámaras y por Conindustria y por toda las industrias de alimento, abandona la última obligación que tiene como garante al derecho de la alimentación que es la protección.

Ya para terminar, un garante del derecho a la alimentación tiene tres obligaciones: la primera es facilitar en forma directa la realización del derecho que es lo que te comenté que debería estar haciendo el Estado en las poblaciones bajo su tutelaje, privados de libertad, hospitalizados, hospicios, personas en situación de calle; la segunda es respetar que los co-garantes, llámese industria de alimentos, productores, medios, todo lo que hace posible que nosotros comamos tengan a su mano lo necesario para hacer su trabajo bien y actúen con cierta regulación.

Porque lo cierto es que hay países en los que los actores del sistema alimentario hacen lo que le da la gana como prácticas monopólicas, aumentan los precios, actúan en la forma más bestial del capitalismo y no hay quien les ponga regulación, bueno ahí es donde el Estado debería estar, entonces la segunda es respetar y regular, pero como te digo eso no lo puede hacer porque ya te convertiste en uno más, en un vendedor de alimentos más; y la tercera obligación es la que vuelve inadmisible cualquier excusa externa que es la de proteger, el Estado como derecho a la alimentación está en la obligación de habernos protegido de cualquier factor externo que menoscabara la capacidad de comer de cualquier venezolano, sea guerra económica, sea una sequía, sea una invasión militar, sea lo que sea, a este nivel la excusa de una guerra económica, de un bloqueo, de sanciones y de todo esto no es un argumento válido por cuanto el Estado debió tomar las previsiones necesarias para proteger a la nación de esto. No puede ser que la Maternidad Concepción Palacios esté ahorita mismo sin unidad de fórmulas lácteas para los bebés que están hospitalizados sin mamá porque el Estado no previó una planta que garantice que la unidad de fórmulas infantiles de un hospital pediátrico y una maternidad tengan luz eléctrica cuando se va la luz, pero además cuando se va la luz porque tú fallaste en la provisión del servicio, entonces llega un punto en el que uno dice que estamos totalmente desvalidos.

—SR: Cuando una población enfrenta situaciones de inseguridad alimentaria, que no está segura de lo que va a comer esta noche o mañana o dentro de una semana, en general esto se ha visto en todas las poblaciones que han pasado por esto, adopta una de tres posibles estrategias o las adopta las tres en simultáneo o una tras otra.

La primera estrategia es adaptarte, tratar de adaptarte, ¿Qué significa esto en términos de alimentación? Empiezas a tratar de buscar dónde comprar más barato, empiezas a tratar de buscar dónde comprar si no consigues te ajustas dentro de la casa para ver quién se pone en el alimento, ya esto lo estamos viendo, Cáritas Venezuela lleva un registro de estas estrategias que las llamamos estrategias de sobrevivencia y estas mismas nos aumentaron frente a nuestra vista de 38 a 40 % al 87 %, estos son los venezolanos que se organizaron, uno abandonó el trabajo para que el otro siguiera trabajando y el que abandonó el trabajo entonces es el encargado de ir a hacer colas para comprar comida, están usando a los ancianos para ponerlos en cola para ser ellos entonces los que puedan ponerse en alimentos, estamos empezando a comprar por poquito en lugar de lo que verdaderamente necesitamos, comenzó la compra por teticas, la compra por cucharadas, comprar un huevo en lugar de la docena, ese tipo de cosas que te adaptas pero que todavía no te privas, no entras en privación.

La segunda estrategia que ya la damos por documentada también y que aumentó muchísimo es que esa adaptación cuando ya no te funciona comienzas a privarte y de eso todos tenemos una evidencia. Me faltó en las estrategias de adaptación la de comer en los contenedores de basura, comenzar a comer e ir a buscar alimentos en los lugares, en lugares inusuales que además vulneran tu integridad y vulneran tu dignidad humana.

—Periodista: ... Y que te afectan la salud también supongo.

—SR: Y que te afectan la salud, pero sobre todo el tema de la integridad y la dignidad de saber que también vas a un mercado y no puedes ir a comprarle a la señora que habitualmente le comprabas las verduras sino tienes que pasar de largo e irte a los desechos del mercado a buscar lo que se tiró allí, lo que se botó, o ir a los contenedores o apostarte a las puertas de un restaurante para esperar que saquen los desechos, lo cual no tiene nada de malo en sociedades en las que hay seguridad alimentaria hay ahorita unas estrategias maravillosas de no desperdiciar los alimentos, pero este no es el caso de Venezuela.

La segunda, el segundo gran grupo de estrategias es entonces ya la privación alimentaria que ya estamos registrando, pasa por dos cosas, la primera es por comer cosas que usualmente no comerías pero no te queda remedio. Aquí ha aumentado el consumo de pellejos, de huesos, aquí se han sustituido los alimentos de alto valor nutricional por otros que sirven para comer pero que nutricionalmente no son tan completos, aumentó mucho el consumo de tubérculos, el consumo de Yuca, el consumo de verduras, que no tiene nada de malo esto, pero no se puede vivir solo de eso y la otra cosa que es súper simbólico que sea esto lo que aumentó, aumentó el consumo de yuca, de tubérculos porque eso lo da la tierra y sobre la tierra todavía hay cierta libertad, aquí cualquiera se va para un monte y arranca una yuca, por eso las intoxicaciones, o arranca un racimo de plátanos. O sea, es a la industria alimentaria a la que el Estado le echó mano, entonces ha aumentado mucho eso, ha aumentado mucho el consumo de alimentos que no son seguros para la salud y ha disminuido el consumo de alimentos en general. Tenemos un montón de evidencias que sobre todo ha dado la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) del número de comidas que se redujeron, la gente comiendo una sola vez al día, niños que llegan a los colegios a comer la única comida a la que tienen acceso durante el día. Una disminución general.

Cáritas Venezuela ha reportado que la diversidad de alimentación familiar, que viene dándole seguimiento en la encuesta familiar que pasamos, en un año pasó de 8 grupos de alimentos posibles que te contestaban en octubre del 2016 a 4 tipos de alimentos que básicamente es algún tipo de cereal que es maíz o arroz, un tubérculo, a veces granos, y grasas y azúcar. Entonces esas son las estrategias, la gente que ya no le sirvió adaptarse a comprar menos, a comprar en lugares de desecho, empiezas a disminuir lo que comes y el número de comidas hasta que por fin llegas al tercer grupo de estrategias cuando ya lo otro no funcionó más que son las de destitución y colapso.

¿Destitución qué es? Que te autoliquidas para poder comer ¿En qué consiste la autoliquidación? Vendes enseres productivos para comprar comida, te endeudas para comprar comida contra cosas que cuesta mucho reponer, te pasas como familia, comienzas a mandar a los niños, a las personas más pequeñas a comer en otro lugar, le dices a algún miembro de la familia que no pude comer todas las comidas en la familia sino que tiene que comer fuera de la casa y de ahí vienen las peores, te prostituyes a comprar comida, entonces mandas a la niña o mandas al niño al abasto, que lo hemos reportado muchísimo que nos llegan buscando protección, niñas que la familia las pone a prostituirse para que traigan comida a la casa, el sexo transaccional por una caja de Clap, camioneros que se paran en una autopista y por una ración de comida suben a una niña y la bajan a la media hora por un platico de comida y ya, eso es una destitución, una liquidación de tu capital humano, de tu capital afectivo, de tu capital espiritual para poder afrontar una necesidad básica de la que no puedes prescindir.

Finalmente, dentro de esas estrategias, después de la destitución que ya hipotecas lo último que te quedaba que era el cuerpo y la integridad, decides irte, ya decides colapsar como familia y buscar una posibilidad más segura y más íntegra para poder comer y a eso obecede esta última intifada por llamarla de alguna forma, esta última salida masiva de personas, de venezolanos que ya no se están yendo con 300 o 400 dólares en bus o en avión, son venezolanos que se están yendo a pie, nadando, en bote, buscando un poco de seguridad alimentaria, un poco de seguridad económica y al final de posibilidad de vida.

—Periodista: ¿y cuál es el pronóstico ante esta situación? ¿Ustedes avizoran alguna manera en que se pueda resolver o creen que vamos a peor?

—SR: Esto se podía responder antes y después del 16 de agosto, antes del 16 de agosto preveíamos que si las cosas se mantenían así podía haber cierta mejoría que en realidad no era tal, era una mejoría basada en las remesas familiares, que no es al final una mejoría porque detrás de cada remesa hay un tejido social de una familia venezolana destruida, y pensábamos que podía haber una mejoría en el acceso al alimento porque la gente tiene un poquito más de dinero que se lo están mandando de afuera.

Sin embargo, después del 16 de agosto, con estas medidas económicas que se han tomado, que supuestamente son para revertir la situación, lo que estamos viendo es que las medidas van a ir rindiendo todo lo contrario, nosotros creemos que las medidas van a acelerar el deterioro que ya se traía, primero porque no hay una sola de las medidas que pareciera ir orientadas a mejorar la hiperinflación por ejemplo, si esto sigue en una hiperinflación como vamos y con una dolarización disfrazada detrás de un Petro las remesas, el venezolano que estaba mandando 30 o 40 dólares va a tener ahora que mandar ahora 100 o 200 y no van a poder hacerlo, entonces va a bajar el impacto de la remesa en términos económicos y la segunda cosa es que va a haber, que había mejorado un poquito, va a haber un profundo desabastecimiento, ya todas las industrias de alimentos están avisando que van a reducir la nómina a la mitad, las operaciones se van a reducir a la mitad porque no tienen con qué pagar los salarios establecidos y lo que preveemos es que vamos a regresar a una fase de desabastecimiento tan profundo y tan intenso como hace 1 o 2 años. Eso es lo que creemos.

—Periodista: Sin embargo, digamos, la esperanza no se muere

—SR: La esperanza no se muere, Venezuela tiene capital humano que queda aquí con muchas ganas de trabajar, Venezuela tiene, es un país sobre cantidades infinitas de recursos, lo que pasa es que estamos mal administrados ahora, pero creemos que estamos aquí, que tenemos recursos naturales y recursos humanos suficientes para renacer de todo esto, pero es necesario que las reglas del juego cambien y que podamos tener nuevamente una vida económica y social más libre.

—Periodista: Y en cuanto a las soluciones inmediatas hay por ejemplo, están los comedores, están por ejemplo los de Cáritas, los de los políticos que tienen comedores regados por todo Petare por ejemplo, los de las iglesias que tienen comedores establecidos en cada zona y que no pueden dar comida todos los días pero a lo mejor dan comida los viernes a un grupo importante de personas ¿Usted cree que esa es una solución?

—SR: Esto te lo va a contestar Sussana a título personal, no hablo por la organización, pero incluso, para Cáritas, Cáritas tiene clarísimo hace dos años que la olla comunitaria que hace cada fin de semana no es una actividad o una intervención de orden alimentario o nutricional, el objetivo de la olla no fue nunca alimentario o nutricional, para Cáritas la olla es un espcio afectivo en el que le decimos a la gente "aquí estamos" es una forma de acompañar de mirar a las personas, de que las personas vengan y hagan al menos una vez a la semana una comida en compañía, pero también aprovechamos el foro para pesar y medir a los niños, para detectar a los niños en riesgo nutricional, para dar charlas sobre la promoción de la salud. Eso es al final la olla.

Quien a este nivel piense que está ayudando con un comedor, dándole a la gente una comida al día, tiene que saber que eso es muy valioso, pero que eso es extraordinariamente frágil como estrategia a menos que tengas poder alimentario, que seas uno de los poderosos y que puedas garantizar a tu comedor un suministro de comida.

Entonces ahí hay que hacerse preguntas, porque ¿Cómo es posible que en un país desabastecido usted va a poner un comedor? ¿De dónde está sacando esa comida usted?

Y la segunda cosa es que además de lo frágil, porque es montar toda una estrategia de ayuda a la población con base en un recurso del que no puedes tener garantías, en cualquier momento te quedas sin la posibilidad de comprar alimentos para esos comedores, la segunda cosa es que ese tipo de intervenciones en las que mueves a la gente a comer fuera de su casa terminan siendo no sostenibles, los puntos de alimentación húmedos, como se les llama en una emergencia, que son esos sitios en los que la gente llega a comer la comida ya preparada, se establecen en estrategias de rehabilitación y asistencia después de emergencias de origen natural que duran poco como después de un terremoto, después de un huracán, mientras todo en la vida normal se restablece en 3, 6 o 9 meses. Lo que tú no puedes hacer es mover a la gente a comer fuera de su casa indefinidamente sin pronóstico porque eso no es sostenible.

Entonces, mi opinión siempre ha sido después de haber visto esto, visto con mis propios ojos, desde el año 82, o sea, que son más de 25 años viendo programas de alimentación pública pero además en el estudio de esto sabemos que las estrategias de tipo comedores populares y casas de alimentación son muy poco eficientes y de hecho casi todos los países las comenzaron a desmontar desde los finales de los 70, 80 para acá. Desde los inicios de los 80 la decisión es que si se va a ayudar a la gente con su seguridad alimentaria es ayudarla a que coma en su casa, pero no traértela a que coma donde tú digas y lo que tú digas, eso no es sostenible, ni tampoco es consistente con el derecho a la alimentación. Eso es más o menos lo que está haciendo el Estado ahorita.

Entrevistador: Génesis Carrero Soto

Fecha de la entrevista: 28/08/2018

Lugar de la entrevista: Dentro de un vehículo, en Los Palos Grandes. Caracas

Cantidad de audios: 1

Duración de la(s) grabación(es): 25:26

Material relacionado: http://vocesdeldesamparo.com/

¿Cómo es posible que aquí se haya noticia que hace tres días se le murió una persona a la Misión Negra Hipólita? ¿Cómo es posible que acá se estén muriendo personas en las prisiones por desnutrición si eso es una población bajo tutelaje del Estado?

Susana Raffalli

Nutricionista

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Información adicional

Género

Femenino

Duración

15 – 30 min

Fecha de la entrevista

20180828

Nivel de educación

Postgrado

Tipo de entrevistado

Especialista

Consecuencias de los hechos

No aplica

Tipo de violencia según agente

No aplica

Agresor

No aplica

Naturaleza de la violencia

No aplica

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